
La pregunta más certera se rescinde a ¿Qué hago hasta esta hora escribiendo?, pues lo cierto que la causa de este desvelo, es justamente el haber posteado en 55 Crónicas (a pedido del público) + buscar en mis antiguos cuadernos de poemas para editar el tercero + buscar algunas fotos antiguas para agregarle al post y el seguir con mis cuadernos de poemas. Para la gente que me conoce y conoce las consecuencias de estas cosas no le debería sorprender estas cosas, para los que no, les puedo decir como avance que no he fumado ni un cigarrillo y no he tocado mis vinos, lo cual es muy bueno, es más, Increíble.
En verdad me puse ha revisar todos los cuadernos y lamentablemente me toca el de los últimos meses del 2004, que no sabía que era el último que había hecho, y yo que creía que iba hacia atrás, la verdad, no lo considero uno de los mejores por la calidad de los versos, y la verdad no quiero analizarlo mucho, lo trascribo y por ahí se cuelan uno que otro verso bueno, bastante extenso el cuadernillo, los reuní, y no puedo creer que son algo de 8, sin contar los poemas sueltos.
Borbotea y no lo puedo esconder, esta aquí la engañosa melancolía, junto a la cálida soledad, y es difícil respirar sin recordar, sin volver a vivir, sin ver imágenes y recordar aromas, sin pensar en el hoy, como si hubiese existido toda esa felicidad y a la vez no, sin ese horrible intervalo del adiós, como si esa historia me acompañara y que fuese suficiente. Puedo resumir que nunca creí verme cantando “A
En verdad que feo volver a ser preso de esta clase de melancolía, de seguir pensando, de que mi mente me traicione cada día diseñando siempre un fantasma nuevo para atormentar los segundos en que mi alma quiere esbozar una sonrisa, y todas resultan tan vacuas como una casa vacía. Sigo huyendo con éxito en este bote, lo cierto es que a estas alturas debería estar en otro estado, pero estoy aquí, con Ale,
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