Después de una conversación decisoria con Johanna definitivamente las cosas ya quedaron claras, y yo mas tranquilo de vivir. Ha sido una semana pintoresca, que a grandes rasgos en la chamba podría decir que están evolucionando las cosas, mientras retomo un poco la carrera.
Tengo que determinar el saldo negativo de todo esto que es el miedo que te crea el hecho que a la próxima mujer que le entregue mi vida, tendré que alejarla de mis problemas y vivir la ansiedad de no fallar, lo cual te crea mas temor que voluntad, dado que siento que a mi corazón ya le programaron que la próxima que baje las manos con la mujer que este, esta tomara el primer tren que salga hacia el olvido.
También tengo que mencionar el saldo positivo, que aunque no me parezca, no me duele mucho, en verdad empiezo a creer en los finales buenos, aquellas historias que se rompen, pero sin dejar un rastro de malos recuerdos o amargura, y que la nostalgia te ayuda a recordar cosas que hiciste muy buenas para ti y para la otra persona, una relación muy enriquecedora, pero de un buen final, un final liberador y amistoso.
La verdad no sabia que pensar cuando regrese a mi casa aquella noche, más que sentirme bien por todas las cosas que se me venían, a veces es bueno no saber que puede pasar mañana con respecto a tu mismo, es bueno, tomar el dominio de tu porvenir, pero es tonto querer tomar las riendas de tu destino, eso es algo que te regala la vida, y créeme o no si estas convencido que todos los días son el primero para ti, puede que muchos sean tu “cumpleaños”.
La pequeña mayoría de mis amigos siguen suministrándome mi “medicina” los fines de semana, y la verdad tengo que sustentarlo, el vino es bueno para la sangre y sobre todo para el corazón, el aconsejar a William y ponerle el trinche a André, me sirve de mucho a darme cuenta que lo vivido es historia, pero sobre todo, que tiene mucha moraleja. Mas siempre recuerdo que estas cosas no tienen calidad de consejo, por eso prefiero “compartir conclusiones”.
Este viernes hubo una celebración por el día del padre en el colegio de Anthony (mi sobrino que lo quiero un montón), y para variar su viejo no fue. Anthony vino a mi casa, y para suerte estaba ahí, por que decidí descansar de una gripe, y al saber de la situación le propuse salir a comer para festejar el día del no padre; dado que mi viejo tampoco aparecía en estas ocasiones. Entre conversación y conversación y a la par de enternecerme cuando se emocionó por proponerme que yo sea su padrino de Primera Comunión. Me conmovió que en un momento cuando estábamos hablando de mi trabajo y después de preguntarme por que voy elegante al trabajo, le explique de que se trata mi trabajo, después de tratar de resolver la complicación de poner el marketing educativo a comprensión de un niño, el me lo sintetizó en una frase que se quedará grabada para toda mi vida, me dijo : Ahh… tío, tu ayudas a la gente a que sea lo que quiera ser. Yo me quedé totalmente conmovido, este niño había resumido toda la labor en una misión, una misión que hacia realmente importante lo que hacia, hasta la pienso poner de lema en el departamento, de verdad lo compartí con los demás y les pareció buenísimo.
Es increíble lo que te puede enseñar una visión pura de la situación, como alguien tan pequeño puede ser tan profundo sin saber y extraer lo mejor de algo y regalártelo como un Norte para hacer las cosas bien. Esas son cosas que motivan no solo a darle un buen regalo de cumpleaños, sino también a renovar las cosas en mi vida, y a decirle “Que tal” a las cosas que se nos vienen. Así que Hasta ayer y buenos mañanas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario