
Tenía que recalcar en esta necesidad, por más ridículo que pueda parecer el símil y la generalidad de las ahora cada vez más remarcadas personalidades de los animales, puedo decir que existen dos seres domésticos que existen per sé en la vida de un ser humano, los perros y los gatos, quien no los ha tenido antes. A mi parecer cada uno responde en sí a una necesidad de cariño humana distinta, el hacer sentirse amado a alguien y el sentirse amado por alguien.
Hace unas semanas entre otros consejos Gabriel, maestro en lo que a política corresponde y amigo en lo que a algunas cosas personales corresponde, esta en la oficina como jefe del departamento de producción y extensión empresarial aunque yo creo que es hábil para muchas cosas más. Estábamos conversando un día como estoy enredando mi vida desde que J se fue, y el como vencedor de una lid parecida con su relación me dijo:
-Mira aquí todo te lo resumo en esto, en una relación con una larga data uno tiene que tomar una decisión, el desear que le hagan feliz o el hacer sentir feliz a otra persona…
Definitivamente para quien escuche esta sentencia dirá que parece una situación bastante comprometedora, sin embargo, tengo que decir que esclarece con palabras más duras el dicho común de que en una relación siempre hay uno que ama más. Ciertamente, en las relaciones humanas siempre hay alguien que se siente amado y uno que siente que esta dejando parte de sí para esto. Duro, pero al parecer tiene mucho de cierto.
Entonces volviendo a la alegoría podríamos decir que un gato como mascota cubre con la necesidad de hacer sentir amado a alguien, con su común indiferencia ante ciertos gestos, la poca capacidad de ser amaestrado para hacer trucos, y su claro interés por comida o cariño cuando lo desea, podemos decir que nos entrena en dedicación enseñándonos con la particularidad de sus actos lo bonito de engreír a alguien.
Al otro lado encontramos a los perros, que como mascota suelen suministrar más cariño del que se les da, más atención a su amo, son capaces de ser amaestrados para poder hacer trucos, generalmente suelen acompañarnos a todos lados y están en busca de un gesto, además de comida. Ciertamente los canes nos brindan cariño y sobre todo compañía, lo cual me lleva a pensar sobre lo cierto de la afirmación de Gabriel.
Es que acaso tenemos que brindar todo de nosotros durante una vida de entrega por que la sociedad lo dicta (hasta en sus leyes), acaso tengo que ceder y además vivir en orientación a hacer feliz a otra persona más allá mucho más allá de mis propios anhelos, para que otra relación resulte ¿Es que la fórmula del amor duradero tiene como factores a perros y gatas?, aunque suene mal.
Ciertamente la decisión que tomo mi querido amigo para retomar y rescatar su relación fue muy interesante, realmente podría decir que ha cambiado en grande la escala de valores en el y su línea de conducta, pero cuanto de esto funcionará en realidad, suena fácil, pero mi pregunta es ¿Existe un espacio donde un hombre pueda amar a una mujer, sin sacrificar en el camino sus propios anhelos y convertirlos en la imagen de lo que quiere ella sea directa o indirectamente?, esa es la pregunta que espero no llegue a ser shakespiriana y menos retórica en mi vida.
1 comentario:
Hola amiguito no se si te llego mi comentario anterior, pero si no quiero que sepas que estoy aqui para ti, tenemos mucho de que hablar, me encuentras en skype
Besos
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