
Algunas personas, me han preguntado y re preguntado, como me siento, el porqué de la ruptura de mi noviazgo; es más, ahora me pregunto, por que el hoy de esta relación extinta con Johanna la tengo que publicar aquí por que su blog dado que ahora va a estar editado de recuerdos ordenados. Otros preguntan también, por que no estoy agarrado de una botella en un bar sanmiguelino o barranquino, por que no estoy en el fondo y que estoy haciendo, la verdad yo me pregunto lo mismo. Si me analizo en verdad me siento triste, pero tengo más miedo de sacar a flote esta melancolía, trato de evadirla en verdad hasta que se borre, corro de lugares, temas y cosas, que pudieran hacerme caer, trato de cuidar de mi mismo, dado que ahora si, siento que nadie va a hacerlo en verdad, y que no existe nadie que pueda comprender mi idioma de sentir, en verdad, nadie lo entendió.
Parte de lo que me ayuda a esta acción evasiva es el hecho que este año, Johanna me dio tres golpes certeros, completamente certeros, que parecían puntas de machete en el pecho. Tres golpes que aquí no quiero mencionar, por no parecer reproche, pero que han quedado grabados en mi mente y cada vez que quiero recordarla, solo hacen que en verdad sienta que las cosas no van a cambiar, y trate de alejarla de mi mente, el último, después de que rompimos en verdad me aclaro las cosas; no valía la pena ponerle el pecho a la melancolía y al dolor, ni a la auto compasión, ni a la actitud, simplemente estamos aquí, y aunque en verdad no pueda decir ni donde estoy, solamente tengo proyectos, ganas, cosas y si, aunque no sirvan para nada: Sueños, sueños que hoy son promesas que otros comparten y que hacen realidad conmigo.
En verdad, encontrarme escribiendo aquí, es una interrogante, del porqué de no poder escribir de las anécdotas que ahora adornan mi vida, de cosas bellas, cosas únicas que escribiré, una historia para mis no hijas, historias para mi sangre y para más de una copa de vino, un desate de nervios frente al barranco, una mirada brillante hacia el cielo sin necesidad de ver el camino, algunas historias, de nuevo, solo para mí.
No hay duda de toda la melancolía que se deposita en mi sangre cuando me dicen que todas las cosas las hacíamos juntos, lo bien que nos veíamos, o las esperanzas de mi jefe en que volvamos, la verdad, me di cuenta que soy un ser que entrego el corazón, que mal que bien, con heridas y fallas, me lo han entregado con tres heridas más, y aunque esta historia haya dejado también tres vinos en mi alacena, aún dudo en tomármelos por aquellas heridas, la verdad no se cuando lo haré, creo que lo tendría que hacer cuando realmente no sirvan para festejar nada.
Que como estoy?, pues estoy bien, en verdad ya estamos cerca de un mes de la vez que Johanna y yo rompimos aún con amor y melancolía, el resto, mjmm.. el resto, es historia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario